Los conductores
Es difícil comentar sobre un oficio cuando sabemos que todos son útiles en esta vida, por insignificantes que parezcan. Lo relevante de los conductores es el protagonismo que han alcanzado con el desarrollo de la tecnología, y quizás, muchos no nos percatemos de ello. Es interesante cómo a la mayoría de las personas les gustaría ser piloto, conducir un carro, un tren y hasta un barco. Es posible que al ser conductores juzguemos que somos libres de poder viajar a donde deseemos. Lo curioso es que cuando nos proponen aprender a guiar un transporte, ya sea autodidácticamente o en una escuela, podemos asegurar un oficio y a la vez, adquirir una destreza tan útil como aprender a nadar. Muchas sociedades desean que sus miembros saquen sus tarjetas de conducir desde temprana edad, mientras otras no propician que su población adquiera esa destreza; posiblemente crean que no es necesaria.
El desarrollo actual no es posible sin un sistema de transporte adecuado, y ello requiere de una excelente y abundante fuerza de trabajo que comprende a los conductores y también a otras especialidades afines para poder garantizar un equipamiento con excelentes condiciones técnicas. El papel de este sector es vital, tanto en lo comercial como en lo social, al convertirse en el protagonista del traslado masivo de millones de personas diariamente a variados destinos, ya sean cercanos o lejanos, al trabajo o la escuela, y de productos necesarios a todas partes del mundo para el consumo y disfrute de todos, ya sea por carreteras asfaltadas, terraplenes, vías férreas, por mar o aire.
Siempre he admirado a los conductores profesionales, perfectamente uniformados y con gran disciplina, los cuales son responsables de muchas labores necesarias, además de colaborar en cumplir muchos sueños. ¡Qué mayor placer existe que viajar despreocupados en un avión, un barco, un tren o una guagua, confiados en que los conductores nos llevarán a nuestro destino sanos y salvos para disfrutar de una alegre vacación, visitar a un familiar o asistir a un congreso! Los considero seres creativos que no tienen miedo, aunque en ocasiones, demasiados osados. Resulta curioso cómo en ocasiones ignoramos al que va frente al timón; por lo general, no son mencionados a menos que puedan ser señalados como los culpables de un incidente. Sería hermoso establecer un valeroso aplauso al finalizar cada viaje donde estén involucrados varios pasajeros, como los que hoy reciben los pilotos al aterrizar sus naves, o por lo menos, darles las gracias a todos los conductores cuando lleguemos a nuestros destinos.
Los transportistas profesionales, al igual que otras labores, sufren grandes riesgos inherentes a su desempeño, como pueden ser la fatiga, el sueño blanco o trastornos por variaciones del ciclo circadiano o del reloj biológico, al tener que pasar de un uso horario a otro. Estos efectos nocivos invaden hasta a los choferes no profesionales, al ser afectados por el sueño de trayecto o blanco en vías monótonas o por una gran fatiga acumulada del conductor.
Ser conductor profesional implica gran responsabilidad, y no debemos ligarlos con algunas personas que, al colocarse delante de un timón de todo tipo de transporte, desarrollan una ficticia osadía y se convierten en aprendices de brujos, realizando imprudencias altamente peligrosas. Estos puede que olviden que un transporte es como un misil, donde su potencia de choque queda calculada en la masa por la aceleración, por lo que imaginemos la fuerza de cualquier tipo de equipo, ya sea en el mar, la tierra o el aire, que se desplace a grandes velocidades impulsado por su aceleración.
En esta época de digitalización, cuando tantas cosas son solicitadas por internet, quizás olvidemos que las mercancías y nosotros mismos no viajamos de forma virtual, se necesita un transporte seguro. El tiempo de entrega es una de las condiciones más importantes para recibir millones de bienes y artículos de todo tipo. Con el aumento del turismo han aumentado también las responsabilidades y el rigor del transporte, que debe funcionar con estrechos cronogramas de viajes. Esperemos que los empresarios del ramo retribuyan a su personal como es debido y les garanticen un descanso adecuado, porque de ello depende el arribo seguro al destino planeado de todo y de todos.
Las nuevas tecnologías también pueden contribuir a que el transporte de carga y de pasajeros sean más eficientes y seguros. Todos merecen recibir la actualización en la aplicación de algunas innovaciones que se aplican a los carros nuevos, como las cámaras de visión trasera y las alertas de aproximación.
Honor a quien honor merece, y en la actualidad más que nunca los conductores de todas las ramas lo merecen.
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