Lechuga y Sexo

La humanidad ha vivido varias etapas cruciales influenciadas por sus condiciones de vida, como fronteras resultantes de guerras expansionistas, la explosión cultural del Renacimiento, las grandes migraciones al nuevo mundo y la Revolución Industrial, entre otras. Sin embargo, en estos últimos tiempos, producto de las nuevas tecnologías han surgido retos peligrosos para la supervivencia y la felicidad de los humanos, destacándose la alimentación y las relaciones sexuales.
¿Quién iba a decir que con el avance de la ciencia y el invento de múltiples maquinarias llegaríamos a industrializar casi todos los productos que consumimos? Alegando que se lograba más tiempo de almacenamiento al garantizar su integridad, el resultado es que prácticamente todo lo que se ingiere en los últimos tiempos está altamente procesado y olvidamos comer productos frescos.
En los últimos años inundamos las tierras con fertilizantes artificiales buscando mayores rendimientos de los cultivos. A los animales los atiborramos de alimentos procesados, medicamentos y hormonas buscando que no enfermaran y así lograr mejoras en su aporte de carne en poco tiempo. Un pollo adquiere de 6 o 7 libras en tiempos de 45 a 60 días, pero existen reportes que les inyectan agua después de sacrificarlos para aumentar su peso y obtener mayores ganancias. ¡increíble! Al ganado vacuno lo encerramos, ordeñamos con máquinas y le ponemos música para que den más leche.
Basta con ver los anuncios o visitar los comercios para comprobar que continuamente surge un nuevo dulce, un nuevo tipo de cereal o algún fruto deshidratado. Existe tal variedad de bebidas alcohólicas, de jugos, refrescos y productos comestibles, en general, que es necesario pasar un curso para conocer el que alcanzará la preferencia, aún leyendo las famosas etiquetas con letras tan pequeñas que parecen contratos. Sin embargo, para lograr todas esas delicias se usan grandes cantidades de aditivos, como azúcares, sal, grasas o variados compuestos químicos que enaltecen los sabores.
Por otro lado, el sexo siempre ha sido mal interpretado y usado, sólo que ahora muchos practican las relaciones sexuales entre humanos más libertinas que entre animales; las parejas estables escasean cada vez más. Existe un aumento de violaciones, abusos a menores y negocios pornográficos, sin importar la edad, ni si es hembra o varón la víctima que como regalo divulgan en las redes sociales, y al investigar a los autores de las fechorías resultan personalidades de varios ámbitos de la sociedad.
Tener hijos se planifica en ocasiones de forma desmedida y el uso de la reproducción asistida aumenta, convirtiéndose en un negocio bastante lucrativo, ya que muchas parejas usan anticonceptivos y dejan pasar su etapa de mayor fertilidad, no tienen pareja fértil o son homosexuales. Además, con la legalización de los matrimonios del mismo sexo biológico, el método para obtener descendencia artificial también aumenta; hasta alquilan úteros. El sexo es tan libre que ya da lo mismo con quién te relaciones, y una película o serie que no muestre una pareja de homosexuales haciendo el amor no es buena. Es tanto el avance en la igualdad de género que ha surgido un desmedido negocio de los cirujanos plásticos que lo mismo ponen un pene que una vagina artificial, aumentan o eliminan senos e implantan nalgas. Se usan tantos artilugios que ya están proponiendo que no se use el término género, y al paso que vamos, descubrir el sexo original de una persona será más difícil que encontrar un nuevo planeta.
Es una locura lo que se está viviendo con la alimentación y el sexo, bueno, en los países desarrollados fundamentalmente, y mi esperanza se nutre de que en el área sexual nos suceda lo mismo que en los alimentos, que se comienza a comprender la equivocación de consumir tantos productos procesados. Las ensaladas que antes se consideraban sin mucho valor nutritivo, hoy se promueve su consumo por las variadas ventajas que aportan a la salud, por lo que nos instan a comer lechugas, col, berenjena, brócolis, frijoles, pan integral, semillas, así como ingerir carnes de animales criados sin hormonas o antibióticos, y sembrar y usar fertilizantes naturales completará el ámbito de que la alimentación garantice una mejor salud.
Todos conocemos los resultados negativos que han provocado las acciones desmedidas en las prácticas de la alimentación inadecuada y el sexo en los últimos tiempos. ¿No creen que sea hora de que cada uno de nosotros contribuyamos con buenas prácticas a que se reviertan ambos términos que han llegado a puntos peligrosos como fuentes de violencia familiar, asesinatos, violaciones, obesidad, desnutrición, enfermedades y uso de malas prácticas quirúrgicas, entre otros males?

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