Las Fuerzas de la Naturaleza

¿Alguna vez te has preguntado qué fuerzas mueven al mundo para que rote sobre su eje cada 24 horas, y alrededor del sol cada año sin desviarse de su recorrido? Debíamos también conocer que las fuerzas internas que se desatan en la tierra son sumamente poderosas y pueden resultar, en muchas ocasiones, perjudiciales para el hombre y otros seres vivos, por lo que debíamos prestarles más atención para lograr que los humanos podamos ser un poco más felices y no ser sorprendidos por tantos fenómenos naturales como está ocurriendo actualmente. Aunque contamos en la actualidad con mucha tecnología no hemos logrado métodos eficaces de evacuar las aguas en caso de abundantes lluvias, no construimos nuestras casas con un mínimo de resistencia para mantenernos seguros o no tenemos buenos métodos de evacuación, entre otras medidas necesarias.
Como resultado de esas fuerzas internas constantes del planeta, sus aguas, sus terrenos, su atmósfera pueden transmitir efectos que pueden ser beneficiosos o perjudiciales si no se toman las precauciones necesarias.
Aprovechamos el movimiento de las aguas de los ríos para llenar embalses y mover turbinas que producen energía. Por otra parte, el ciclo constante de evaporación, condensación y precipitación nos otorga la bendición de la necesaria lluvia; sin embargo, su falta se convierte en trágicas sequías, y las descomunales fuerzas de las aguas al caer en exceso ocasionan inundaciones y deslizamientos de tierra mortales.
Hemos aprendido a disfrutar el viento en paseos y a la orilla del mar, así como usarlo para también mover turbinas y producir energía. Contamos con novedosas herramientas para pronosticar las posibles trayectorias de huracanes, así como las condiciones propicias de formación de tornados y las zonas donde ocurren con mayor frecuencia. Sin embargo, cada año las poblaciones implicadas en los recorridos de esos eventos no siempre se evacúan con tiempo de antelación y como resultado tenemos grandes destrucciones de edificaciones por el efecto de inundaciones y fuertes vientos, así como fallecidos.
Los movimientos telúricos son causantes de grandes daños, tanto en tierra firme como en los mares; hasta la fecha se hace imposible predecirlos y tampoco estamos preparados para minimizar los daños, al no diseñar nuestras instalaciones para que no se derrumben como torres de naipes y, por lo menos, que de tiempo a las personas a salir a zonas despejadas. En lo que se ha logrado mejorar es en cuanto a la alerta de tsunamis cuando los terremotos tienen sus epicentros en el mar.
Las fuerzas de la naturaleza son poderosas e inagotables, y si deseamos continuar construyendo un planeta feliz debemos trabajar más por estar preparados para los eventos naturales catastróficos. Es menester que todos prestemos más atención a lo que nos rodea para garantizar la seguridad, por lo que sería recomendable conocer las características constructivas de la vivienda que compraremos y no adquirirla sólo por ser hermosa, sino también por ser fuerte y resistente a estos eventos; debemos conocer si está construida con los estándares de seguridad necesarios para las zonas donde esté enclavada, ya sea para terremotos, ciclones o tornados. Y se debería ganar en cultura y hacer algo tan elemental como escuchar los partes del tiempo cada día y cumplir las alertas de riesgo o de evacuación.
Al igual que existe un programa mundial para evitar daños por efectos del cambio climático, se debía implementar uno de cumplimiento obligatorio para catástrofes naturales, que por cierto, ocurren constantemente.
Es menester que en la prevención trabajemos todos y no sea tarea sólo de los especialistas y autoridades involucradas. ¿No creen que así evitaríamos más daños?

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