He Aprendido
He aprendido que después que las personas acumulan unos cuantos años se percatan, en la mayoría de los casos, que su camino inicial de juventud estaba errado, la vida no es sólo baile, sexo, alegrías, amigos e irresponsabilidades, es algo más serio. Lo interesante es que esa conclusión no es mala, porque esa es la gran enseñanza de la vida, es la sabiduría que adquirimos por nuestros propios sentidos, no procede de la escuela, ni de la sociedad, ni de nuestros los padres, es a lo que llamamos experiencia y cada uno tiene la propia.
La vida se hace más hermosa cuando estamos en posesión de considerar nuestros propios gustos. En qué trabajo somos más productivos y rentables. Aprendemos a decir no, a lo que no queremos. No aceptar realizar lo que consideramos peligroso. No unirnos con cualquier grupo, sino el que sea de nuestro interés. No vamos a lugares por embullo o realizamos acciones que no nos agradan.
Nuestra familia se convierte en el centro de nuestro universo. Llevar el sustento al hogar es prioridad. Ser buen trabajador y cumplidor de las reglas sociales. Afiliarnos al partido en el que creemos. Planear metas futuras concretas para la familia y su bienestar, pensar en los estudios de los hijos, ir de paseo, mejorar en todos los aspectos. Es el comportamiento general de las personas.
Es una realidad que no todos logran ese estatus y sucede que adquieren experiencias negativas. Se convierten en personas agresivas, abusadoras, taimadas y muchos lo realizan con disimulo. Otros desean adquirir más que lo que devengan con sus propios esfuerzos y se convierten en corruptos. Otros se trazan metas para lo que no están preparados y causan daño en su camino por lograrlas. Otros descubren que sus familias no son como ellos esperaban y las abandonan. Otros pierden la confianza y permanecen inánimes o se mueven como las veletas para donde va el viento. Todas estas personas no están equivocadas sólo que sus experiencias están contaminadas; no adquirieron conocimientos de nada o no han tenido apoyo emocional o sicológico cuando caen en el vicio del alcohol, las drogas o el juego. Por suerte algunos rectifican, otros las pagan con la soledad, el repudio e incluso la cárcel o la muerte prematura.
También aprendí que, aunque parezca que no tenemos nada que perder, si es posible perder algo siempre. Podemos perder el hogar, algún ser querido, el trabajo, los amigos y hasta el honor. Existen múltiples causas y pueden ser hasta naturales como ciclones o terremotos. La palabra de orden es luchar por cumplir nuestras metas elaboradas en concreto, no querer ser rico sin trabajar, tener una casa hermosa sin poderla comprar o construir, tener un buen trabajo sin prepararse para realizarlo o tener una buena familia sin cuidarla.
También aprendemos amar al terruño donde nacimos, a nuestros amigos, a la vida en general y a perdonar.
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