Todos Podemos Hacer Turismo
El mundo moderno nos ha llenado de transportes, comodidades en los hogares y señales televisivas y de audio en nuestras viviendas de forma tal que nos han convertido en una modalidad de cavernícolas, al pasar encerrados en nuestras casas el tiempo libre que tenemos, y lo mejor, es que nos sentimos felices con todo ello. Por lo general, todos ansiamos llegar al hogar y tumbarnos en un sillón a ver la televisión o navegar por internet, sólo que hemos olvidado las relaciones sociales y hacer actividades al aire libre. La tecnología no es la causante, somos nosotros los que optamos por ese estilo de vida, lo que ha provocado que aparezcan muchos estados de ánimos y condiciones físicas desfavorables para las personas, por ejemplo el estrés, la obesidad, la depresión y hasta una mayor violencia.
Existen acciones sencillas que mejoran la calidad de vida, pero no las hacemos como es debido por pensar que no son importantes. Sin embargo, todos podemos, sin ningún costo, salir a disfrutar del aire libre con una simple caminata, visitar a un familiar o a un amigo, hacer senderismo, explorar sitios de nuestras regiones o sentarnos a conversar en un parque mientras los niños juegan. También podemos, si nos lo proponemos, pasear a lo grande al trasladarnos a otras zonas geográficas a pasar unos días de vacaciones y albergarnos en una instalación turística o de camping, esta vez portando un presupuesto. Practicar el turismo que a todos nos agrada no es tan complicado, porque si hacemos uso del diccionario comprobamos que su significado es excursión, viaje, visita, entre otros, por lo que todos lo podemos practicar según las posibilidades de tiempo y financiamiento que tengamos, logrando así que mejoremos nuestro estado de ánimo con sólo dar un paseo por áreas cercanas al hogar y practicar un poco de ejercicios al aire libre, o ir a otro país.
Aunque es verdad que cuando el paseo es internacional las emociones y los resultados psicológicos son grandes al dar la posibilidad de conocer nuevos territorios y desde que se arriba al transporte aéreo, marítimo o terrestre ya es parte de la diversión, dotándonos de experiencias inolvidables y conocimientos sobre culturas de otras regiones, que quedarán recordadas con la adquisición de un souvenir de la zona visitada y un gran gasto.
En regiones que se catalogan de desarrolladas, las actividades en sus áreas verdes es práctica común. Poseen zonas para caminar por los alrededores de los barrios con trillos y caminos preparados para ello, donde se puede caminar, desplazar con bicicletas o patinar, según las estaciones del año. Además, cuentan con numerosos gimnasios y piscinas bajo techo que permiten que se puedan realizar actividades físicas y recreativas, aunque tengan temperaturas bajo cero. El acceso a las instalaciones recreativas es con cuotas que se pueden seleccionar según las posibilidades de cada cual, y a los adultos mayores se les otorga el derecho a disfrutar de ellas sin costo alguno. En esas ciudades imperan los parques infantiles en cada barrio, museos con diferentes temáticas, zoológicos o parques de diversiones; se organizan ferias de diferentes índoles que muestran actividades y culturas variadas. Es tan importante el área de la recreación y el esparcimiento para las sociedades que muchas instituciones y personas hacen cuantiosas donaciones para mantener activas y en buenas condiciones todas las instalaciones recreativas. Contrariamente, en las regiones menos desarrolladas, a las actividades y las infraestructuras de entretenimientos no se les presta la atención adecuada y su número es bastante limitado.
Con el paso de los años me doy cuenta de que muchos nos dejamos derrumbar con los problemas de la vida cotidiana, dedicándonos, principalmente, a ir al trabajo y cuidar de los hijos, abandonando un poco las vistas interfamiliares y a las amistades, así como los paseos al aire libre, caminar o correr por nuestras zonas. Comprobar que existen tantas modalidades sencillas para pasear y tener buenos momentos me provoca que quisiera regresar al pasado para volver a implementar esas sencillas costumbres en mi vida. Por eso, es importante que valoremos esa parte de nuestras actividades y no sólo pensemos en las obligaciones. Todos podemos pasear cada vez que queramos y no sólo realizarlo en las vacaciones. Es importante proponernos caminar por las calles de nuestros pueblos, realizar actividades al aire libre o coordinar encuentros con otras personas para simplemente conversar; les aseguro que es altamente gratificante y no son costosas. No tenemos que esperar por nadie o tener una hermosa instalación para divertirnos y pasarla bien.
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