El Respeto
Respeto quiere decir estimar, tener en consideración lo que los demás piensan y sienten, no es ponerlo en una balanza para sopesarlo, es asimilarlo, aunque, no estemos de acuerdo con sus opiniones. El respeto se demuestra y no es único, se otorga a todos a las personas, animales, plantas y cosas. Hasta hace relativamente poco el respeto era primordial para una feliz convivencia. Considerar los sentimientos ajenos era como una ley entre la mayoría de la población con sus vecinos, familiares y el estado.
Verdad que las sociedades antiguas llevaron el nivel del respeto al límite de la intolerancia y lo convirtieron en más que una consideración, en una sumisión. Todos se debían inclinar ante los reyes y patrones, los niños no podían estar donde los mayores hablaban, las mujeres no podían opinar y muchas más. Sin embargo, existían algunos resultados buenos de ese rígido respeto, las parejas se admiraban, aunque no se amaran; los políticos se respetaban, aunque no se pensara igual que ellos; se respetaban a los maestros y a los policías e incluso a los hermanos mayores. Ahora todo se ha perdido como dice la canción.
En la actualidad cumpliendo el adagio cuando no llegamos nos pasamos, nos hemos ido al otro extremo y casi se ha perdido el cuidado a todo lo que nos rodea. Las personas ofenden a todos sin ninguna consideración en ocasiones sólo por una acción ridícula o emitir una frase fuera de lugar que a cualquiera le sucede. Así pueden obtener me gusta en las redes sociales y algunos obtienen votos en las elecciones de cualquier nivel. Lo peor, muchos piensan que así es mejor y lo aúpan. Existe una sentencia, “El respeto ajeno es la paz”. Por eso, últimamente se piensa que amaneceremos bajo las bombas y los disparos.
Bajar el nivel de respeto a las cosas de la vida fue necesario en un tiempo, no eliminarlo. Merecemos vivir con flexibilidad y con democracia, pero el respeto es necesario para vivir en armonía. Ahora se expresa que todos vivamos con nuestras preferencias y cada cual esta luchando por lograrlo, sin embargo, no respetamos esa diversidad. Las agresiones verbales y hasta físicas están imperando cada vez más. Las parejas se maltratan porque no se respetan, los hijos no respetan a los padres, se fajan a trompones los parlamentarios. Algunos ofenden a sus oponentes y a las formas de proceder de otros países en público.
El respeto se gana con buenas acciones y con cortesía. Respeta para que te Respeten. Cumplir las normativas es un modo de respetar a las sociedades y máxime si esta en juego la salud y la vida de muchos. Si somos amables, los demás serán amables. Nada que si queremos ser felices y vivir en paz es importante comenzar por restablecer el respeto al prójimo.
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