El Poder de la Televisión
La televisión es uno de los eventos que más cambios ha provocado en la vida social de la humanidad, al mostrar en una pequeña pantalla a las personas tal como son en sus tres dimensiones y que muchos por esa época no se explicaban cómo habían logrado entrar a aquellas pequeñas cajas. Fue una gran novedad mundial.
Ese gran acontecimiento, que expandió su uso al iniciarse la década de los 50 del siglo XX en la mayoría de los países, se estaba gestando desde muchos años atrás, cuando en 1884 el joven Paul Nipkow patentó el disco Nipkow que se considera como el primer aparato de televisión de la historia, y desde ese momento surgieron muchas técnicas hasta lograr los avances actuales.
Aquellas cajas iniciales de dimensiones no mayores a las 20 o 30 pulgadas de ancho mostraban la imagen de las personas que estaban a grandes distancias, usando la frase: “transmisión en vivo”. Fue el gran descubrimiento y los que eran seleccionados para que sus rostros fueran los primeros en salir en cámara eran los más famosos en sus países.
El invento del siglo se inició con pocos canales, con dificultades para cambiar de canales, obtener buenas imágenes con las antenas y con pocos equipos. Los niños de esa época de la mitad del siglo recordamos cómo nos amontonábamos en las ventanas de los vecinos para ver un poco la novedad. Ahora poseer un televisor no es suficiente; por lo general todos deseamos tener uno en cada cuarto.
Los primeros equipos eran costosos y escasos, pero en poco tiempo de forma casi imperceptible, todos vimos cómo las salas de nuestras casas se adornaban con un televisor en blanco y negro, que pronto fueron sustituidos por uno a color, y sus dimensiones en diagonal aumentaron rápidamente. Para beneplácito de todos también aumentaron los canales y llegaron los controles remotos.
El aporte monetario que comenzaron a recibir los estudios de televisión por concepto de la propaganda televisiva fue la fuente para obtener el presupuesto que necesitaban para desarrollarse y ofrecer una transmisión de calidad. Esto nos hace valorar cómo pequeñas acciones pueden desencadenar enormes consecuencias, como la efectuada por el fabricante de joyería Bulova en 1941 al pagar 4 dólares para anunciar un reloj.
Los cines que reinaban en el negocio de la presentación de películas, en sus salas oscuras y en una gran pantalla conocieron que había surgido una gran competencia, que se veía avivada por la salida al mercado de equipos con nuevas tecnologías y que cada vez presentaban mayor tamaño y calidad de imagen.
La diversidad de la programación se enriqueció con el desarrollo de la industria de la televisión y el espectáculo. Se crearon innumerables centros televisivos en todos los países y el número de canales se incrementó a valores increíbles. Casi todos los eventos importantes eran televisados; el mundo estaba más informado en todos los aspectos.
Todo ese caudal de transmisión se vio enriquecido por la red satelital que contribuyó no sólo al entretenimiento de las familias, sino también dio mayor impulso a los conocimientos y a la cultura de la población en todos los aspectos de la vida, al poder ver documentales y programas musicales, históricos, recreativos, científicos y hasta políticos desde un sillón en casa.
Iniciando el siglo XXI salieron al mercado los novedosos televisores de pantalla plana de LCD o cristal líquido y luego pasaron a usar LED o diodos emisores de luz. En realidad, no entendíamos nada; sólo que con la técnica de los bombillos LED se elevaron de un día para otro las dimensiones y formatos de los televisores, así como las dimensiones en los carteles de propaganda que ya no tienen límites en las grandes urbes.
Es tan vertiginoso el aumento en la dimensión de los equipos, que los menores de 50 pulgadas en el hogar son como un juego, comparado a la última propuesta en la feria de la IFA 2022 donde se sacó un equipo de 98 pulgadas, mientras que los más vendidos son los de 70 pulgadas, que increíblemente en los últimos tiempos sólo la firma LG saca al mercado más de 17 millones de unidades cada año.
Sabemos que el mercado es poderoso y todos esos equipos de televisión que hoy vemos como cotidianos tuvieron en cada paso una historia y fueron objeto de posesión de los pudientes por un gran tiempo, al extremo que cada vez que sacaban un nuevo modelo su costo era elevadísimo, como el primer televisor comercializado de pantalla plana fabricado por la Philips en 1997 que costaba 15 mil euros.
Los televisores no sólo tomaron el área de proyección del cine, sino que provocaron que se cambiaran los equipos de proyección y los formatos de filmación en acetato. También trajo consigo que disminuyera el negocio de las palomitas de maíz a las entradas de los cines, que no se fabricaran los formatos de televisión con tubos de pantalla de cristal, que desaparecieran los DVD con sus casetes de todo tipo y que disminuyeran los fabricantes de antenas de televisión, al cambiarse el sistema de recepción de las señales.
Los avances de las tecnologías en la televisión también produjeron cambios en otras áreas como las computadoras, teléfonos, y todo tipo de control en la industria, el tráfico aéreo y terrestre, entre otros. Además, surgieron nuevas compañías de trasmisión de películas y videos como Netflix y YouTube, que han logrado un gran protagonismo en las trasmisiones televisivas.
¿Y qué decir del efecto social de la televisión, que desde sus inicios acaparó la atención de la familia en la sala de su casa, que se reunían cada noche para ver los diferentes programas que se transmitían, además de poder disfrutar de olimpiadas, conciertos, ligas de diferentes deportes y los gustados mundiales de futbol, todos desde su cómodo sillón y sin tener que pararse a cambiar el canal?
Y como regalo llegó también la libertad para entrar a la televisión; nadie necesita de un productor o una recomendación para grabar una canción o un video sobre cualquier tema. Las vistas que reciben los materiales que se exponen son las que dan la valoración. Muchos artistas e influencer deben su fama a la nueva forma de entrar a la televisión.
El futuro de la televisión continuará cambiando. Ya comprobamos que puede usarse como escuelas en línea, para observar cualquier sitio de la tierra o del espacio con las imágenes captadas por drones o los telescopios estelares y se ven algunas proyecciones de imágenes virtuales y en tercera dimensión. Nada, que en el futuro recordaremos los asombrosos tiempos actuales de la televisión sólo con una sonrisa.
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